Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia senil. La demencia es una condición que transforma el funcionamiento cerebral. El Alzheimer afecta las zonas del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. El psiquiatra alemán Alois Alzheimer describió por primera vez esta terrible enfermedad en 1906, al encontrar cambios en el tejido cerebral de una mujer que había muerto a causa de una enfermedad poco común. En ese entonces se trataba de un mal muy raro, puesto que la mayoría de las personas morían siendo muy jóvenes. Las expectativas de vida han cambiado tanto desde entonces que cuando antes una persona vivía como máximo 47 años, hoy llega a cumplir 77 años.
Causas
Aunque los científicos logran constantemente hallazgos importantes en torno al Alzheimer, las causas de la enfermedad aún son desconocidas. A medida que se aclaran algunos puntos, surgen otras interrogantes, como por ejemplo. "¿por qué algunas personas padecen la enfermedad a los 50 años, cuando otras se mantienen lúcidas hasta los 90? La herencia puede ser la respuesta, ya que los factores genéticos parecen tener mayor importancia de la que se creía.
En la enfermedad de Alzheimer, algunas partes del cerebro se van degenerando, las células que son vitales para la memoria y otras habilidades se destruyen, y en las que subsisten, se reduce la capacidad de reacción frente a muchas de las sustancias químicas que transmiten las señales en el cerebro. Aparecen en el cerebro tejidos anormales llamados placas seniles y haces neurofibrilares, así como ciertas proteínas anormales.
Aunque existen muchas teorías todavía no hay una forma garantizada de diagnosticar el Alzheimer en una persona viva. Cuando un paciente demuestra signos de demencia, la principal tarea del médico es descartar las otras posibles causas, como infartos cerebrales, tumores o deficiencias vitamínicas.
Síntomas
La enfermedad de Alzheimer comienza lentamente. Al principio el único síntoma es una disminución de la memoria. Olvidar en dónde dejamos las llaves o una fecha especial no indica el inicio de la enfermedad, pero si estos episodios van empeorando, debe consultar al médico.
Los síntomas pueden clasificarse en tres etapas:
Primera etapa
Segunda etapa
Tercera etapa
Diagnóstico
No es fácil para los médicos diagnosticar la enfermedad de Alzheimer en sus inicios. Aunque no es una enfermedad curable, la detección temprana puede facilitar que los pacientes reciban tratamientos que retarden la aparición de algunos síntomas. El médico requerirá de mucha información en torno al paciente para evaluarla y así poder diagnosticar si se trata de Alzheimer.
Historia médica
completa
Toda la información relacionada con la salud de la persona,
sus hábitos alimenticios, actividad física, enfermedades
del paciente y de su familia.
Análisis
médicos
Pruebas de sangre y de orina para descartar otros posibles padecimientos.
Exámenes
neuropsicológicos
Se ponen a prueba la memoria, la habilidad numérica, la atención
y el lenguaje para identificar problemas específicos en la
persona.
Imágenes
computadas al cerebro
El médico puede requerir de pruebas especiales para obtener
imágenes del cerebro ya sea por medio de tomografías
computadas o de una resonancia magnética. De esta manera puede
detectar alguna anormalidad, como por ejemplo, un tumor o un infarto
cerebral.
Tratamiento
No existe un tratamiento que detenga la enfermedad de Alzheimer.
En etapas no muy avanzadas de este padecimiento algunos fármacos pueden aliviar los síntomas, mejorando la acción de una sustancia química del cerebro llamada acetilcolina. Pero incluso cuando estos medicamentos funcionan (algunos pacientes no responden en absoluto) generalmente sólo ayudan durante un período de seis a nueve meses.
Al controlar algunos de los síntomas como el insomnio, la ansiedad y la depresión los pacientes se sienten menos incómodos, lo que facilita la labor de la persona que cuida de ellos.
Las personas que padecen Alzheimer deben visitar al médico regularmente, sólo él podrá evaluar la progresión de la enfermedad y cerciorarse de que no se presenten otros padecimientos.